¿Cómo respetar las lenguas indígenas en salud?
Introducción:
En el Perú y el mundo, el
servicio de salud siempre es importante, el centro de salud es el lugar donde
muchas personas de diversas realidades acuden y siempre con la esperanza de
lograr aliviar sus males. Esto debe llevar a los profesionales de dicho ámbito y
a los que estén camino a serlo a marcar una adecuada experiencia para toda la
población que asiste. Lamentablemente, al menos en Perú, ese objetivo es poco
logrado, es cierto, Perú puede tener una gran riqueza, pero, ¿realmente se
respeta esta diversidad?, ¿realmente todos los profesionales de la salud y los
que están camino a serlo lo hacen? El respeto por esta riqueza cultural y
lingüística se ve reflejada cuando se entiende que se logra una mejor atención
primaria de salud cuando se enseña al paciente en su lengua materna y cuando
también se toma en cuenta que no todos los que hablen una lengua indígena
entienden el castellano, el cual es el principal código para la mayoría de
profesionales de la salud. A continuación, se fundamentará en las siguientes
líneas el porqué de mi punto de vista.
Desarrollo:
La enseñanza al paciente en su lengua
materna constituye una vía adecuada para que se logre una óptima atención
primaria de la salud. Esto tiene una explicación sencilla ya que, cuando se
busca el aprendizaje en la lengua materna, no se complica mucho el proceso de
aprendizaje a diferencia que si se hiciera en otro idioma. En nuestro caso,
como futuros profesionales de la salud, es parte necesaria de nuestra formación
estudiar idiomas y aquí se ve reflejado, tal cual, ese sentimiento de mayor
dificultad para adquirir conocimientos ya que al estar en proceso de aprender
la gramática y el vocabulario de la otra lengua, el formar y comprender
oraciones toma mayor tiempo de procesamiento, algo que en la lengua materna no
pasa, ya que la práctica constante ha hecho que la formulación y comprensión de
oraciones sea sencilla y algunas veces hasta espontánea. Por eso, al buscar
transmitir conocimientos en la lengua materna, es necesario para un mayor
aprendizaje ya que el estudiante se focalizará en el contenido y no tanto en la
estructura (1). Por lo
anteriormente expuesto, está totalmente demostrado
que; cuando los niños, niñas y adolescentes aprenden en su lengua materna;
aprenden mejor. Un ejemplo de ello, es que en el año 2012(2), 8 de cada 100
estudiantes indígenas entendía lo que leía en su lengua materna. Gracias a la
EIB, en el año 2014 esta cifra se duplicó.
Estos niños y niñas
algún día serán adultos o incluso, a su misma edad, pacientes que requieren de una
adecuada atención. Cuando ellos acudan a consulta médica, es muy probable que
encuentren a un médico, enfermera u obstetra que no sepa la lengua propia de
dicho lugar. Si lo vemos en otro escenario, también puede que quieran formarse
como profesionales de la salud y pasen por aulas de universidad, donde se
imparte la educación en castellano. En el primer caso, habrá descontento por
parte de la población ya que se sentirán preocupados de no saber qué sucede con
su salud y de no aprender qué deben hacer para que no les vuelva a ocurrir lo
mismo y tristes porque dichos profesionales no busquen la manera de llegar a
ellos. En el segundo caso, traería como consecuencia que el futuro profesional
de la salud se cohíba de preguntar al docente o a sus demás compañeros porque
piensan que se van a burlar(3) y, en consecuencia,
traería una inadecuada preparación para que más adelante pueda ejercer su
profesión y todo porque no se respetó a su lengua materna.
El tomar en cuenta que no todos
los que hablen una lengua indígena entienden el castellano, es también
fundamental para que se logre una óptima atención primaria de la salud y una
óptima formación de profesionales de la salud. Esto se debe a que “la vida
social de los pobladores se circunscribe al ámbito de su comunidad donde son
entendidos por todos hablando la lengua indígena”, se ve que su código es su
lengua autóctona y no ha habido oportunidad de instruirse en el idioma
castellano(4).
Las consecuencias de lo explicado son realmente preocupantes por diversas
razones como que no se sepan qué procedimientos se les va a practicar, como el
no entender qué es lo que ha pasado con ellos, como el etiquetar a un servicio
de salud como malo y ahuyentar al resto de personas que también viven en esa
localidad por miedo y que, con ello, se siga induciendo a que practiquen la
medicina tradicional y acudan al chamán, a la partera (5,6)
a que les hagan prácticas que son conocidas por no ser eficaces y por ser, más
aún, dañinas. En resumen, no se respeta un derecho fundamental de la persona:
todas lenguas indígenas son oficiales (4)y,
al ser la salud una materia tan importante, es necesario que los profesionales
de ese ámbito y los que estén camino a serlo se involucren en el aprendizaje de
dichas lenguas propias de una determinada localidad; sin embargo, de no contar
con dicha posibilidad, debería ser obligatoria la presencia de un traductor(4,5),
pero se sabe que es muy raro o nulo ver este escenario.
Como lo explicaba Lilia Rodríguez
en su estudio basado en la salud reproductiva en Perú (2008), las mujeres
indígenas que hablan kichwa se resienten cuando la comunicación en el hospital
no es en su propia lengua, ya que mayormente se les brinda instrucciones en
castellano y se les brinda instrucciones escritas en castellano las cuales no
son entendidas por ellas y ahí es cuando recién deciden acudir por ayuda a un
traductor de manera eventual. Según los profesionales, “a todos se les trata
por igual” y ellos tratan de aplicar “lo que el Ministerio les impone”, pero es
evidente que, cuando no se logra establecer una adecuada comunicación, la
confianza se pierde y prácticas como el baño, la no entrada de familiares, las
posiciones ginecológicas durante el parto son vistas con temor y recelo para el
uso del hospital por lo que deben fomentar una adecuada comunicación y esto
incluye buscar una mayor llegada a la lengua autóctona(5).
Esto no solo sucede en Perú, también está el caso de la población achi
(Colombia), donde los propios indígenas recalcan que el idioma es uno de los
obstáculos para una adecuada atención, ya que no hay comodidad ni entendimiento
de las explicaciones del médico (5).
En cambio, si se instauran sistemas de salud donde se priorice la adecuada
comunicación y participación de la comunidad (y que, por ende, se respete y se
encuentre adecuadas maneras para entrar en contacto con la lengua propia del
lugar) hay mejor atención y mejor contento de la población; esto ya lo podemos
ver aplicados en políticas de interculturalidad(7)
en salud propias de Chile, Bolivia e, inclusive, Perú.
Conclusión:
En conclusión, se logra una mejor
atención primaria de salud cuando se enseña al paciente en su lengua materna y
cuando también se toma en cuenta que no todos los que hablen una lengua indígena
entienden el castellano porque así hay mejores efectos en el aprendizaje del
paciente acerca de su enfermedad y qué prácticas clave debe adoptar para evitar
caer en el mismo estado, además que, al encontrar medidas adecuadas para adoptar
una determinada lengua sea mediante el aprendizaje la misma por parte del
profesional de la salud o mediante el
uso de traductores, se encontrará un ambiente óptimo para llevar a cabo la
atención, un ambiente lleno de confianza y de beneficio tanto para el
profesional como para el paciente, un ambiente libre de temor y recelo. En
consecuencia, es menester encontrar una manera en la que la lengua se
revalorice, por ejemplo, estableciendo sistemas de salud y enfoque de formación
interculturales (7)
de profesionales de la salud para garantizar así una adecuada atención y la
preservación de la salud en estas zonas que muchas veces son dejadas de lado
por cuestiones culturales y lingüísticas.
Referencias
bibliográficas:
1. Marco-de-la-ECE-2o.-de-secundaria.pdf
[Internet]. [citado 14 de noviembre de 2018]. Disponible en:
http://umc.minedu.gob.pe/wp-content/uploads/2015/08/Marco-de-la-ECE-2%C2%BA.-de-secundaria.pdf
2. Resultados
de la Evaluación Censal de Estudiantes 2012 (ECE 2012).pdf [Internet]. [citado
14 de noviembre de 2018]. Disponible en:
http://repositorio.minedu.gob.pe/bitstream/handle/123456789/3933/Resultados%20de%20la%20Evaluaci%c3%b3n%20Censal%20de%20Estudiantes%202012%20%28ECE%202012%29.pdf?sequence=1&isAllowed=y
3. educacion_etnicidad_raza_y_genero.pdf
[Internet]. [citado 14 de noviembre de 2018]. Disponible en:
http://americalatinagenera.org/newsite/images/cdr-documents/publicaciones/educacion_etnicidad_raza_y_genero.pdf#page=100
4. 10cosasquedebessabersobrelaslenguasindigenasperuanasysushabitantes.pdf
[Internet]. [citado 14 de noviembre de 2018]. Disponible en:
https://centroderecursos.cultura.pe/sites/default/files/rb/pdf/10cosasquedebessabersobrelaslenguasindigenasperuanasysushabitantes.pdf
5. Rodríguez
L. Factores Sociales y Culturales Determinantes en Salud: La Cultura como una
Fuerza para Incidir en Cambios en Politicas de Salud Sexual y Reproductiva.
:21.
6. Hautecoeur
M, Zunzunegui MV, Vissandjee B. Las barreras de acceso a los servicios de salud
en la población indígena de Rabinal en Guatemala. Salud Pública México. abril
de 2007;49:86-93.
7. Knipper
M. Más allá de lo indígena: salud e interculturalidad a nivel global. Rev Peru
Med Exp Salud Publica. marzo de 2010;27(1):94-101.
Muy interesante ensayo acerca de la problemática que afecta al sistema de salud, que radica en el manejo inadecuado de la atención a los pacientes de lengua aborigen indígena. Incluso, se hace mención a que esta transciende más allá de un consultorio, pues también está presente en las aulas de formación académica de las carreras de Ciencias de la Salud cuando un estudiante presenta una lengua materna distinta al castellano.
ResponderEliminarComo ya hemos visto y aprendido en las distintas sesiones del curso de Lenguaje y Comunicación, la comunicación efectiva es fundamental para lograr un correcto proceso de comunicación dado que garantiza la comprensión del mensaje, promueve la escucha activa, y resalta la tolerancia y la empatía. No obstante, ¿cómo lograr esto si el código utilizado no es el mismo? Por ello, como argumenta muy certeramente la autora de este ensayo, es necesario que los profesionales del ámbito de la salud se sumen al reto de cambiar esta lamentable realidad, por ejemplo, a través de capacitaciones para el aprendizaje de otras lenguas y dialectos, así como exigir a las autoridades pertinentes la presencia de traductores que ayuden a atenuar este problema. Asimismo, el Ministerio de Educación, a través de las universidades e institutos, debería implementar políticas que promuevan la enseñanza intercultural para así facilitar la inclusión de estudiantes con diversas lenguas nativas.
Por todo esto, debemos abogar por que la riqueza cultural y lingüística de nuestro país, que destaca la autora, sea sinónimo no solo de orgullo, y ni mucho menos de desigualdad y discriminación, sino de equidad y oportunidades para todos.